lunes, enero 28, 2013

Las buenas charlas con Lu


Yo: ohhhh ibas a decir algo más y te inturrumpí
  me arrepiendo de haberte interrumpido
Lu: no lo recuerdo
  no recuerdo lo que interrumpiste 
pero te perdono.
 Yo: ayyyyy estúpida ansiedad que me genera ansiedad por no saber no ser ansiosa
  grrrrrrrrrrr
  no es cuestión de perdón
  es cuestión de lo perdido por el atolondre
  del detalle
 Lu: el atolondre y el desatolondre
  todo es igual de riesgoso
 Yo: ayyy el estúpido equilibro
  otro jodido
  y la inconformidad
  que hace de capa de ozono del atolondre y del desatolondre, y de su punto cero en el equilibrio,ahhhh, neurosis matinal,
  siempre tomando tragos de mi copa...

Vomitando caricias


Voy a conseguir en estos días los sujeta-cortinas
¿Me ayudás a elegir?
y quiero cortar las cortinas
y conseguir barrales
y encortinar mi pieza y mi cocina;
¿me ayudás?
Y quiero comprar el sujeta puertas para que no se cierre más a lo bruto la de la cocina
¿me ayudás?
¡Momentos!
Deme usted unos momentos
!
Todos los momentos, el momento
Pero no, cortar ESAS cortinas,
no ESAS cortinas
tengo otras cortinas
cortables
cortinas para cortar
está cortina el corte
y entonces mi cocina no tiene cortinas
ni mi habitación, claro
Pero si corto las cortinas
y consigo los barrales
se llena de barro y cortina mi cocina
y mi habitación, claro
y puedo caminar desnuda
y probar las poses más sexies
sin sentir el ojo observador del vecino inexistente
todos los vecinos, el vecino
y entonces volver a bailar con la libertad de estar sola y adentro
y las cortinas en la cocina
y el barro en la habitación
y yo desnuda, claro

viernes, enero 25, 2013

Un vómito atorado desde hace 20 años

Hasta hace instantes seguía preguntándome por qué no opto por la soledad. Las otras personas me mantienen despierta. Las otras palabras me mantienen activa. Las otras mentes me generan curiosidad. Las otras emociones me dan ideas. Las otras miradas, los otros consejos me enseñan. Las otras in-formas me forman y son formadas por mí; las otras in-formas me reflejan, y yo tengo la misión de elegirlos(me). A cada instante me elijo. Aunque veo a mucha gente siempre; pero ver no es prestar atención. Y qué buscás en el otro tampoco es lo mismo. Y qué te despierta ese otro, más ese manojo de nervios que manejás como podes... Sí, con la edad mejora, pero la torpeza social viene de la mano de una mueca que te hace única. Pero entonces nace la acción compartida, y entonces es como ser un poquito el otro, aprender su mirada. Por qué es que su mirada es así. Loa secretos revelados. Los magos tomando el té de las cinco en punto. Pero claro, esto es darle mucho lugar al otro... y pero tal vez ese otro quiera recibir toda esa atención. Magia. ¿Podría estar haciendo algo más productivo con mi tiempo que conocer humanitos? No lo creo. Porque me fascinan. Y me reconozco como una que se está reconociendo todo el tiempo. Y me reinterpreto con algunos deslices de lo obvio en lo que caigo cíclicamente. De eso que me convierte, también, en quien soy. Y que me vuelve un monito fascinado por las distintas profundidades de las ranuras de la piel de una mejilla que sonríe. Pero más me gusta la escena lejana de los tres que están charlando a suficiente distancia de mí como para que me sea imposible oír. Pero veo un brazo por encima de un hombro y una mueca corporal de carcajada y soy feliz de poder entender eso. O de poder imaginarlo. ¿Quién sabe?  Dejarse maravillar y estar enfocado quizás no sean conceptos tan distintos. Me parecen ahora, el único foco válido.
Pero el peso no tiene que estar en los demás. Y las malditas expectativas que lo arruinan todo, pero también lo posibilitan. La anticipación funciona como telón de la percepción. La palabra encierra ese misticismo. La palabra todo lo domina. La realidad es el velo. Y esperar algo de los otros suena tan ridículo como tantas otras cosas en las que creo. Porque no esperar requiere cierta no-profundidad que me aburre. Algo como ser cagón, pero no. Porque ni-de-lejos significa eso. Pero sigue siendo cagón, De cobarde, tampoco. Pero más bien chato, capaz. La relación sin su fluir no es auténtica. Pero la relación sin expectativas no construye en lo concreto. La relación en la que no contás con el otro de forma estable no sienta bases, no distribuye los pilares. El tiempo, siempre entrometiéndose en todo lo que intento pensar. Porque, claro, eso requiere tiempo y es como que llega, -llegó como vos no lo esperabas... el futuro, ya llegó...-. Pero ese es otro tiempo, es igual a este tiempo y necesita lo mismo, pero como construido con otro material. Es hermoso que la gente con ganas de divertirse se nos acerque. Pero también es genial poder contar con otros cuando uno quiere expandirse y está todo chiquito acbachado. Sentirse seguros no debe implicar a los otros, ¿no? Pero, sin "otros", lo que hay es soledad. Y entonces la palabra deja de tener validez, porque ya el abrazo sería una palabra absurda y caduca. A mí me gusta mi monstruo en mi bolsillo.

miércoles, enero 09, 2013

Las influencias de Drawing in the Right side of the Brain, en mí


Cada vez que dice izquierdo, intenta decir otra cosa. Por favor, no se le atribuya a un lado, un juicio moral.

Yo no sé qué es real. SI la historia que me cuento, que ni siquiera conozco completa… si esos momentos en que extiendo las manos desesperada desde la tierra de las partes del todo que no me gustan o que me gustan pero me quitan más tiempo del que me gustaría y eso es tan, pero tan racional que me exaspera un poquito, tanto como esas dos hormigas que intentaron ser confundidas con gotitas de sudor y todo lo que no pude gritarles, porque solo sé enojarme con mi lado izquierdo, porque si vomito palabras tengo que darle la razón de que estoy más creativa y ojalá que alguien note la chispa. Pero también es real mientras estoy ahí, sumergida, profunda, relajada, como en un entresueño que te tomaste cuando necesitabas tiempo y ahí está otra vez el lado izquierdo recordándome el tiempo y uso el estómago, lo amplío hasta la claridad otra vez. Soy dueña de mis órganos. Soy dueña de cuidarlos. Y ese trabajo infinito de degustar cada cosa como si fuera un privilegio, porque es ridículo completamente irracional, algo como el lado derecho, un tanto caótico y atrevido, un tanto totalizador. Y ahora quiero acceder a la contingencia del tiempo, entendida desde el lado derecho. Porque el tiempo le pertenece al lado izquierdo. Y entonces, para eso, voy a tener que dibujar al tiempo (próximamente…) Porque me gusta balanceado; no igual, no equilátero, balanceado: Me fascina el equilibrio.

lunes, enero 07, 2013

La vuelta de las colaboraciones con Lu

... Pensándolo bien, las callosidades podrían estar relacionadas con el asunto del desierto y eso de que está en el medio del mundo; pero siempre depende de dónde lo mires, claro, pero hay que nombrar... o no nombrar, y dejar fluir la totalidad, y entonces las montañas son lo mismo que cualquier curva que circula más arriba y más abajo, y es por donde pasea Sísifo -la eternidad misma, sí, sí-, pero también a donde no va Mahoma... Y es también un seno turgente, pero acaso un coseno flácido y caído y un poco amorfo, y algo de la curvatura del ojo desechada a cada instante, cuando se descompone en la imagen que ve, en sus pequeños y absolutamente relevantes detalles de talles, claro, según cómo lo mires.
Yo creo que lo destacable es, más que la montaña y el desierto, el río que corre en el espacio desde arriba hacia el ombligo del mundo. Ni hablar de las curvaturas en el agua ¡pinchositas pero acariciantes...! algo como el swing de unas caderas al ritmo de un valsecito juguetón, que le coquetean al río; eso explica por qué está parado y puntiagudo y apunta hacia el centro del mundo, pero lo hace con ondas llenas de espuma blanca y algo transparente, y eso explica por qué las caderas van y vienen y se aparecen y se pierden, pero todavía no estoy convencida sobre el aspecto cuántico de la cuestión de la arena encallada en las curvas del oleaje.