vinieron a visitarme dos plantas
me trajeron a un semidios desnudo
revuelto en ensalada
me condujeron al simio
me detonaron contra la conciencia.
De entre los gurúes me trajeron a dos pájaros
que me involucraron con la maleza
donde me herí por vez primera.
Del recinto de los invertebrados apareció la podredumbre
el olor repelente y las brujas boleadoras
la huerta se separó en colores
y se compuso con caminos incalculables.
Entonces me hice amiga de los astros
quienes iluminan mi beldad y la trasforman
haciéndome ver a los océanos
su profundidad inabarcable
mediante el reflejo que les conceden.
Pero contemplando vi la vida ajena
y de los moluscos entendí la mortalidad
y castigué a los dioses:
Les quité su eternidad
convirtiéndola así en mi voluntad
alistándome entonces
para crear de nuevo.
