sábado, junio 27, 2009

Lo que soñó el Gato Noné

Era un equipo de cuatro personas, entre ellos Lautaro.
De a dos, tenían que cumplir misiones, tenían que conseguir cuatro rectángulos de plástico con un número en cada uno de ellos para acceder a una fiesta, la fiesta del Gato Noné.
Sólo puede recordar la tercer misión, en la que había que entrar a una especie de centro comercial. El Gato Noné con su partener ingresan al baño y ven que una mina que se está lavando las manos encuentra entre el jabón desperdigado, un rectángulo azul y le comenta a su amiga "mirá lo que hay acá"
El Gato Noné, antes de que su partener pudiera siquiera registrarlo, se le acerca a pocos centímetros y le dice en voz baja "tomá mi campera, dame ese número". La mina mira con cara de horror y toma la campera de jean finita que a la misma Noné no le gustaba, al tiempo que el Gato Noné toma el rectángulo y grita "¡corré!"
El Gato Noné y su partener corren hasta llegar a la puerta donde se encuentran con una manada de policías de inteligencia esperándolas (iba a ser una misión terriblemente difícil y ellas lo sabían).
El Gato Noné halla un hueco entre los policías y le indica a su partener que salgan corriendo por allí... corren, corren, por las calles, atropellando gente con bolsas y en la calle misma, en la esquina, había un bar con mesas de madera que dan a la calle, chiquitas y amontonadas. Se meten por el entramado de sillas y se sientan en la que da contra el vidrio de la esquina del bar, justo allí donde las esperaban Lautaro y su partener, quienes se alegran por su llegada. Los policías desnudos y peludos, pierden el control de la situación y se retiran de la escena como si no supieran qué hacen allí.

Lo próximo que recuerda es en la fiesta. Estaba repleta de gente, y era una fiesta en un hotel, La habitación de Noné era la 218 (el rectángulo azul que obtuvo en la tercer misión).
Era la fiesta de Noné y todos estaban invitados a ella.
Entonces Noné notó su atuendo: un vestido bobo muy corto blanco de seda, con una gran mosca estampada desde el pecho hasta el final del corto vestido y varias moscas más, los breteles del vestido se ajustaban con nudos y llevaba un saquito negro tipo capa.
Noné solicita a Lautaro que la acompañe a cambiarse y éste accede. En el camino hay muchísima gente y no se puede pasar con facilidad. En el vestíbulo antes de acceder a la escalera ascendente que lleva a la habitación de Noné, hay un gran espejo y Noné se detiene un momento a mirarse: en eso, alguien de atrás la saluda y Noné lo percibe desde el ángulo de vista que le permite el espejo.
"Linda fiesta".
¿Qué hacés vos acá?
Todo el mundo estaba invitado a tu fiesta, linda fiesta. replica el monstruo-mosca.
El monstruo-mosca era esa mujer, vestida de mosca pero acorsetada y fina.
Noné se acerca para corroborar que no enloqueció... sí, parece ser ella. Noné desconcertada la ignora y trata de abrirse paso enter Marilyn Manson y el-flaco-ese-raro. Sube la escalera y logra acceder a la habitación, tenía las llaves por suerte. EN la habitación, mientras Noné y Lautaro miran el vestidor de Noné para ver qué se puede poner, se introduce el monstruo-mosca y se sienta en la cama.
-Linda fiesta eh.
-Sí, gracias, Trata de ignorarla Noné.
Noné enloquece y se retira de la habitación sin lograr sacarse el estampado de mosca y busca por todos lados.
Noné despierta, sigue en posición fetal. Parece haber estado llorando dormida.

No hay comentarios: