viernes, agosto 09, 2013

Desamparo


You better run all day 

And run all night 
And keep your dirty feelings 
Deep inside
Run like hell - The Wall - Pink Floyd



Yo me cubría con mi acolchado rosa. Las cañas de azúcar eran armas. Las armas eran tomadas por los jóvenes de la tribu. La defensa era implacable representada por quienes más me conocieron, por mis coetáneos que esperaban todo de mí; nada de mí. Yo solo podía ocultarme, aun habiendo sido entrenada por eternidades para esta campaña. Era niña y quería esconderlos a todos debajo de mi acolchado rosa, quería protegerlos a todos mientras la batalla se desataba entre los nadies que combatían la guerra que nunca entendí. El baño no era refugio suficiente y yo era incapaz de detener las voluntades o de amedrentar a las voluntades o de, por lo menos, lograr que las voluntades me ignoraran de verdad. La soledad bajo el manto rosa era la del cobarde. La del amedrentado. La del débil. La de quien entiende que esa batalla, no es su batalla. Is there any paranoid in here? You better run like hell!

Pero luego fui viejo que conocía el camino. Y llevé a la niña escondida conmigo a través de la guerra, por el borde de la guerra, beyond the war, por el camino de los pastizales, ahí, del otro lado de la tranquera; los gritos inslutantes me perseguirían todo el camino, pero eso dolería menos que quedarme, y lo sabía. Y no pude evitar que la niña oyera el ruido de los huesos rotos ni de los cuellos colgados que resonarían en su mente por el resto de sus producciones artísticas y de sus búsquedas de amor. Una espada le cortaba injustamente el pelo a la nena que yo debía proteger. Mi fuerza se debilitaba. Solo podía tomar el camino de los pastizales hacia lo desconocido. Solo podía salir de ese quincho enorme que era un mundo de autoridades que solo franqueaban leyes por inoperancia, un mundo de pasiones que resquebrajaban mi mundo en cuyo exterior solo había guerra y en cuyo interior estaba yo escondido cuando era niña bajo un manto rosa. El velorio acontecería alrededor del universo y yo ya no podría sentir nada. Caminamos lento de la mano, la nena viejo, el niño roto, los huesos rotos, el corazón roto, para nunca más volver.


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