lunes, septiembre 10, 2012

The current nothingness

De esos días en los que te extraño tanto.

De esos días en los que me pregunto por qué no habremos tenido ochenta vidas antes de alejarnos o de qué sirve que aparezcas en mis sueños y en mis voces. Y un mono que hace matemática. El mono debería agarrarnos las manos y mostrarnos los que nos pasa con numeritos que yo jamás entenderé, pero vos con palabras dulces... Los demás se empecinan en recordarme que debo recordarte y yo, intentando dejar atrás el entierro. Pero vuelve, porque los demás soy yo recordándome que no volviste. Que tal vez nunca estemos de acuerdo en muchas cosas; que tal vez tus juegos te impidan ver lo que te estoy diciendo. Que aprender a observar el valor del horizonte a pesar de las imperiosas sombras de las montañas distantes, distanciadoras. Para no convencerte, para mirar el horizonte de antaño y pintarlo con colores nuevos: para darte continuidad y permanencia. Por todo y a pesar de todo. Eso que quizás nunca logres valorar. O quizás sí. O ambas o ninguna.

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