lunes, agosto 29, 2011

Mutismo

De entre el montón se vislumbran cuatro libros y uno es el mío. Mis ojos se enfocan en la imagen amplia, ignorándola, recluyéndose en las tan conocidas letras de imprenta. Pronto seré un poco más cyborg, pues así lo quiso mi contrapeso.
Mis ojos y las letras y todo lo que no dicen las palabras que leo o que escribo o que digo y que me cuento con la única voz que jamás pude escuchar: la mía leyendo y para leerme (escucharme) hay que mirarme desde el movimiento y yo estoy entre la multitud pero yo estoy despidiéndome del soporte que pronto será obsoleto. Y ahora más que nunca todo tiene muchísimo sentido y vos no hacés más que reflejarme, elegir reflejarme cuando me cuento secretos con voz oculta para mí. Vos escuchás la voz que lee, te estoy leyendo a vos (para vos), que sí podés escuchar y a veces, poderoso reflejo, a veces me contás un cuento y a veces me cambiás el soporte y otras veces solo me sentís pero nunca me preguntás y lo mejor de todo es que no me contás y entonces yo no sé qué de mi voz que no conozco te gusta tanto como para prestarme atención pero gracias, muchas gracias.

No hay comentarios: