sábado, noviembre 21, 2009

Ernesto Sábato -Sobre héroes y tumbas- V frag.

La “esperanza” de volver a verla (reflexionó Bruno con melancólica ironía). Y
también se dijo: ¿no serán todas las esperanzas de los hombres tan grotescas
como éstas? Ya que, dada la índole del mundo, tenemos esperanzas en
acontecimientos que, de producirse sólo nos proporcionarían frustración y
amargura; motivo por el cual los pesimistas se reclutan entre los ex
esperanzados, puesto que para tener una visión negra del mundo hay que haber
creído antes en él y en sus posibilidades. Y todavía resulta más curioso y
paradojal que los pesimistas, una vez que resultaron desilusionados, no son
constantes y sistemáticamente desesperanzados, sino que, en cierto modo,
parecen dispuestos a renovar su esperanza a cada instante aunque lo disimulen
debajo de su negra envoltura de amargados universales, en virtud de una suerte
de pudor metafísico; como si el pesimismo, para mantenerse fuerte y siempre
vigoroso, necesitase de vez en cuando un nuevo impulso producido por una
nueva y brutal desilusión.

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