Soñar. Soñar y las imágenes... y eso de hacerse cargo de todo eso que no sabemos que está ahí. Soñar es resolver pero también reconocer, y escribir es plasmar lo no entendido para descubrirse desde el después, desde el self racional que se auto interpreta y se coagula en distintos tapones que no hay más remedio que operación a corazón abierto y palpitante. Sacar el corazón del cuerpo, destripar al alma, y verse niño, verse grave, reconocer las imágenes, sanar, recomponerse. Extrañar, extrañar estar apasionado, retorcerse en vulgarismos y redacciones chatas pro académicas. Rechazar la nueva regla y lidiar con todos los problemas que eso implica. Abusar del infinitivo. Tanto, pero tanto, que no hay que reconocerlo... tanto, pero tanto, que soñarlo aunque no se entienda qué dice.
Las pasiones se crean en equipo... Sí, claro que hay pasiones nacidas de uno, pero cuando se conjuga, cuando finalmente uno se anima a poner verbos conjugados, solo entonces estás implicando a un otro y ahí es cuando te das cuenta de que sin la pasión del otro simplemente hay cosas que no suceden.
¿Dependencia? ¿Equipo? La moral se elige según la religión.
1 comentario:
claro, es por eso que hoy empiezo a leer drawing in the right side of the brain. Es caminar de la mano, mirando adelante, en el precipicio.
te adoro, mujer.
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