Unos colgados zapatos de bailarina, asquerosamente limpios y aburridos, mascullaron por la ausencia de tus ojos.
Una curva maliciosa y permisiva se convirtió en flan.
Un espacio en silencio me preguntó qué opinaría Lucía del nuevo orden...
también inquirió por la desaparición del jazz y las milanesas.
Unos colgados brazos vitorearon el nombre "Abrazo" al unísono, en eufórica liturgia.
Un juego.
Try again.