Procure mantenerse firme pero flexible, suave pero compacto, estético pero eficiente. Asegúrese de ser contenedor ambulante capaz de transportar líquido sin que este caiga, estén abiertas o cerradas sus extremidades. Irrumpa en el medium a través de la abertura otorgada por el tirano del líquido. Perturbe su paz generando ondas expansibles más bien graves arrancando parte de su existencia al partir.
Tome la forma de quien lo contiene y procure mantenerse aislado de todo lo demás que no es usted y su nueva forma. Evite que le sucedan cosas como la de recién y no pierda la cabeza que implica filtraciones en forma de vapores y escapes aromáticos que usted no sabe percibir. No permita que nada penetre en usted, sólo puede transportarse en forma líquida hacia el recipiente que lo contiene y lo libera a la vez, llenándose a sí mismo de usted, reteniéndolo a usted entre sus finas hebras. Aproveche sus capacidades mortales.
Colocando suavemente la punta de un hisopo en un medio líquido alcóholico reposante en las paredes de un contenedor con tapa quitada, procédase a humedecer el primero sin derramar al segundo que ocupa 3/4 contenedor.
Resuélvase de forma placentera la higiene del órgano auditor.