No sé quién me la robó.
No sé cómo se atrevieron.
No se a dónde va a ir a parar mi melancolía, ni dónde van a vivir mis recuerdos ni dónde voy a personificar mis pesadillas -mi ilusión, el juego, la decadencia-.
Tal vez ya no.
Quiero mi plaza de Habana de vuelta.
Está enrejada-de-cabotaje, su tierra fue levantada, mi acceso, inaccesible.
[Todas esas preguntas que no se hacen, con tal de que pedalees libre]