¿Qué tal si mañana nos sumergimos en un submarino intergaláctico y recorremos la vía láctea y el más allá y nos convertimos en renos de cinco patas y nos expandimos hasta el lado oscuro para volver a tomar un superhelado de vía láctea con copitos de estrellas? Y yo también quiero baño de cerezas de chocolate de maní.