Danzan mortales los cuentos más perversos
y yo existo en el contacto entre sus ojos
Se encienden y retrotraen los latidos atiborrados
mientras la bebida se vuelve real acunada en el espectro de sonidos del silencio
Mi piel se contornea, se filtra en distintos rojos
toma los colores de la manta que la acobija desde adentro
Las botas forjadas han surcado las montañas a lunares
y olvidado a la Luna
han endurecido el fuelle hasta quebrar su voluntad flexible y complaciente
descarrilando los vagones portadores
Ahora sonríen al color de la explosión y se marean con el movimiento
de los confundidos hacia los inesperados.
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