¿Te molesta si sigo hablando mientras me interrumpís?
jueves, abril 25, 2013
lunes, abril 15, 2013
.
ya fui ruido en la vida ajena
no quiero ser ruido
no me voy a convertir en eso otra vez
pero tampoco quiero ser radio fuera de alcance
y ser el ruido ajeno de la palabra que no llega
jueves, abril 11, 2013
Cshhhhhh
Entonces despierta a las 21.41.
Y todas esas cosas no hechas. Una que
otra mirada que me hizo cosquillas y ese órgano pudriéndose adentro
de mí.
Se me sacudió la arena húmeda del
hipotálamo y empecé a sentir que el tiempo iba a rodearme. Más
como escondite que como límite, como placenta letárgica.
No quiero pensar en lo que tengo que
pensar.
No quiero ser realista ni bajarle el
tomo a los colores, para no aceptarlos como son. Y a mí me gustan
las luces de colores y ahora quiero mucho color.
Mucho color y chupetines para caballos.
Pero el órgano engusanado se roba mi
capacidad creativa y mi potencia de alma de postura en mano y
sutilezas en la mirada.
Y ahora es ese momento de tener tiempo
para pensar. Hacía mucho tiempo que no estaba acá.
Porque creo que no quiero darme cuenta.
Dibujo el bosque y la fauna que me
rodean para pasar desapercibida en este gris escenario; para quedarme
a jugar un ratito más... y el tiempo tic tac tic tac que se me
acerca en remolino desde el centro del hipotálamo que no es sino el
resonar del gusano comiéndome intensamente viva y las nueces que
cascan y los broches que aprietan y este cshhhhhhhhh de televisión
sin cable, de radio sin señal, de yo sin mí. De yo sin contexto ni
canción ni búsqueda alguna sino alguna reacción inútil o un cesar
de la costumbre que descoloque el lego que arruina mis recados.
Porque todo se ve. Y yo estoy ahí y no me acordaba de lo que era
sentir paranoia y acá está, oliéndome el universo arenoso y húmedo
que me raspa al gusano que se come mi carne, que me pudre los
colores.
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