Susurros

... porque el silencio esta vez solo significa silencio y estirarse es también desperezarse, acercarse al momento en que ya no es tan terrible la idea de abrir los ojos y amanecer con la pésima gracia de la palabra que me busca y me encuentra pero yo la desarmo, destrozo, acabo. La convierto en lo que yo tengo ganas de que sea y le quito la idea de mañana. Me quedo con la mañana y así la desaparezco, la entrego en mi baile de pasos cortos y sensuales, la hago aparecer en el brillo del zapato que asoma y dejo que sus letras se separen como perdiendo condensación, perdiendo significado, fuerza de unión. Y soy danza sin coreógrafo y coreografía sin ojos. Fallo como bailarina y me entrego a danzar con el fuego que destruye la mañana y la convierte en amanecer. Y el fuego me agarra de la cintura y juntos ardemos sin ojos y nos convertimos en la hoguera de mañana y nos quebramos como un otoño y nos caemos meteoóricamente y nos convertimos en camino desandado, el secreto de la creación.