Si yo pudiera elegir el color del cielo sería definitivamente más verde, con más para emocionar y menos para decir. Sin teologías ni falsas expectativas, sólo la expansión inmaterial del poder de los deseos que no nos animamos a contarnos a nosotros mismos, las formas complejas de las palabras sacudidas dentro de una gran piñata rodeada de niños hambrientos de instinto; un lienzo para la imaginación, libre de recuerdos o promesas.
Si yo pudiera elegir al cielo, lo dejaría peinarme la cara estirando mi expresión hasta obtener su inescrutabilidad por tanto mirarlo. Lo imaginaría accesible, pero no siempre, capaz de convertirse en la totalidad de mi pensamiento y convertirme a mí en infinita, capaz de dejarme sola hasta que vuelva a ser lo que soy siendo. Lo invitaría a recorrerme y convertirme en su inmensidad, a cambio de su nuevo color.
El cielo sería intermitente desde su creación, apagándose cada vez que se reconoce a sí mismo como nombrado, mediante un saludo al Sol.
¿Te molesta si sigo hablando mientras me interrumpís?
miércoles, mayo 12, 2010
martes, mayo 11, 2010
A thousand years - Azure Ray
I'm saving all i'm not giving
But it's overflowing, evaporating in the air
As i'm walking, i know i'm not breathing, i'm not breathing only air
It's filled with words once spoken by people everywhere
And i can hear all the whispers that have lived a thousand years
It just took me being open for them to reach my eager ears
Now they've reached my eager ears
And i hope i'll be ready
When my light, when my life divides
viernes, mayo 07, 2010
Voces
El hecho sucedió hace semanas ya y las expectativas estaban 7 a 1 por la claudicación. Las miradas curiosas de morbo eran caricias, dicen que era muy solitario.
Pero solitario en serio, no solitario de jugar a no atender el teléfono o a un buen sábado por la noche creando sin ganas. De los que tienen mucho que hablar consigo mismos; cuentan que podía pasar días en silencio y soledad y que si alguien intentaba interrumpir, podía sentir el abismo que había hasta él -y nada más que el abismo-. Te dejaba mirarlo a los ojos, yo una vez lo hice, te auguraba vértigo y austeridad, te regalaba su don. Dicen que nunca escuchaba música pero hay quienes aseguran que escuchaba su propia música adentro de su cabeza y que inclusive la vestía y que cuando hablaba, solo le importaba combinar su voz a la melodía, nada importaba la comunicación con los demás, solo seguir la música, solo seguir solo.
Por ahora no sabemos cómo va a evolucionar, están tratando de que se comunique con alguien porque es la única forma en la que van a poder ayudarlo a salir del estado catatónico a punto estupor. No quiere ayuda. O no sabe que la necesita. Tiene cara de tranquilo, pero ahora le veo la batalla en la mirada infinitamente hacia adentro que vi aquella vez que me miró pero de verdad, mirándome, atravesándome con su atención y descuidando sus compuertas para eso y convirtiéndome en un todo que es imagen de unos ojos que supe ver. Ahora esa mirada me marea y me agota los músculos y me hace caer infinitamente hacia adentro mío y verme en mí pero dentro de mí y no como si fuera yo y ver que hay miradas que miran y tratar de decirles que quiero decirles que quiero hablar, que él se comunicó conmigo a través de los ojos y que es muy solitario este lugar pero que de tanto silencio ya no sé qué decir. (me)
Pero solitario en serio, no solitario de jugar a no atender el teléfono o a un buen sábado por la noche creando sin ganas. De los que tienen mucho que hablar consigo mismos; cuentan que podía pasar días en silencio y soledad y que si alguien intentaba interrumpir, podía sentir el abismo que había hasta él -y nada más que el abismo-. Te dejaba mirarlo a los ojos, yo una vez lo hice, te auguraba vértigo y austeridad, te regalaba su don. Dicen que nunca escuchaba música pero hay quienes aseguran que escuchaba su propia música adentro de su cabeza y que inclusive la vestía y que cuando hablaba, solo le importaba combinar su voz a la melodía, nada importaba la comunicación con los demás, solo seguir la música, solo seguir solo.
Por ahora no sabemos cómo va a evolucionar, están tratando de que se comunique con alguien porque es la única forma en la que van a poder ayudarlo a salir del estado catatónico a punto estupor. No quiere ayuda. O no sabe que la necesita. Tiene cara de tranquilo, pero ahora le veo la batalla en la mirada infinitamente hacia adentro que vi aquella vez que me miró pero de verdad, mirándome, atravesándome con su atención y descuidando sus compuertas para eso y convirtiéndome en un todo que es imagen de unos ojos que supe ver. Ahora esa mirada me marea y me agota los músculos y me hace caer infinitamente hacia adentro mío y verme en mí pero dentro de mí y no como si fuera yo y ver que hay miradas que miran y tratar de decirles que quiero decirles que quiero hablar, que él se comunicó conmigo a través de los ojos y que es muy solitario este lugar pero que de tanto silencio ya no sé qué decir. (me)
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