Shiiiiiiiiiiiiiiiuck!
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! (un grito desgarrador y femenino al fondo del eco)
Un cuerpo cansado y enfermo.
Un cuerpo femenino, hermoso, algo desnutrido, algo deshidratato, abandonado pero de pie.
Una mirada baja, una mirada que no se ve, que no quiere verse, que no se muestra, que ya no espera nada, que dejaría las puertas abiertas a su interior hasta que alguien lo termine de destruir.
Un semicírculo de aproximadamente 8 cm de diámetro y una profundidad de incrustación de unos 5 cm.
carne al rededor. Carne gangrenándose, carne humana que parece albóndiga podrida hace a la circunferencia de la semiesfera.
Rojo crudo le sigue hacia adentro, Rojo-rosa, rojo-ternero sacrificado antes de nacer Rojo-te extraño.
Llegando al centro la semiesfera cóncava respira y late. Respira lenta y dificultosamente, como si tuviera la nariz tapada o un ataque de asma. Late rápido y en cada sístole-diástole pierde unas gotas de sangre por el agujero central que deja pérdidas al rededor de la incrustación.
Una daga.
Una daga con mango dorado y filosa como todas mis pesadillas sonriendo a la vez.
La daga más hermosa que jamás haya visto.
Está decorada igual que el regalo de la energía, la flauta para hipnotizar serpientes, las mismas incrustaciones en rojo.
Y unas gotas de sangre
sístole-diástole, sístole-diástole, sístole-diástole, sístole-diástole, sístole-diástole
La prisión que elegí para mi.
Pastillita rosa. Pastillita naranja (media), pastilla blanca completa.
I just do it to myself, I just do it to myself, I just do it to myself, I just do it to myself.
La mirada mira la daga, la daga se incrusta en la semiesfera cóncava, la semiesfera late y respira, la circunferencia se gangrena, todo en mi pecho.
sístole-diástole, I just do it to myself, sístole-diástole, I just do it to myself.
Un whisky que arde desde los labios pero que calma el ardor de la gangrena.
Quiero sanar.
Regalame un abrazo y tal vez nos perdone la vida,
¿Te molesta si sigo hablando mientras me interrumpís?
domingo, junio 28, 2009
sábado, junio 27, 2009
Lo que soñó el Gato Noné
Era un equipo de cuatro personas, entre ellos Lautaro.
De a dos, tenían que cumplir misiones, tenían que conseguir cuatro rectángulos de plástico con un número en cada uno de ellos para acceder a una fiesta, la fiesta del Gato Noné.
Sólo puede recordar la tercer misión, en la que había que entrar a una especie de centro comercial. El Gato Noné con su partener ingresan al baño y ven que una mina que se está lavando las manos encuentra entre el jabón desperdigado, un rectángulo azul y le comenta a su amiga "mirá lo que hay acá"
El Gato Noné, antes de que su partener pudiera siquiera registrarlo, se le acerca a pocos centímetros y le dice en voz baja "tomá mi campera, dame ese número". La mina mira con cara de horror y toma la campera de jean finita que a la misma Noné no le gustaba, al tiempo que el Gato Noné toma el rectángulo y grita "¡corré!"
El Gato Noné y su partener corren hasta llegar a la puerta donde se encuentran con una manada de policías de inteligencia esperándolas (iba a ser una misión terriblemente difícil y ellas lo sabían).
El Gato Noné halla un hueco entre los policías y le indica a su partener que salgan corriendo por allí... corren, corren, por las calles, atropellando gente con bolsas y en la calle misma, en la esquina, había un bar con mesas de madera que dan a la calle, chiquitas y amontonadas. Se meten por el entramado de sillas y se sientan en la que da contra el vidrio de la esquina del bar, justo allí donde las esperaban Lautaro y su partener, quienes se alegran por su llegada. Los policías desnudos y peludos, pierden el control de la situación y se retiran de la escena como si no supieran qué hacen allí.
Lo próximo que recuerda es en la fiesta. Estaba repleta de gente, y era una fiesta en un hotel, La habitación de Noné era la 218 (el rectángulo azul que obtuvo en la tercer misión).
Era la fiesta de Noné y todos estaban invitados a ella.
Entonces Noné notó su atuendo: un vestido bobo muy corto blanco de seda, con una gran mosca estampada desde el pecho hasta el final del corto vestido y varias moscas más, los breteles del vestido se ajustaban con nudos y llevaba un saquito negro tipo capa.
Noné solicita a Lautaro que la acompañe a cambiarse y éste accede. En el camino hay muchísima gente y no se puede pasar con facilidad. En el vestíbulo antes de acceder a la escalera ascendente que lleva a la habitación de Noné, hay un gran espejo y Noné se detiene un momento a mirarse: en eso, alguien de atrás la saluda y Noné lo percibe desde el ángulo de vista que le permite el espejo.
"Linda fiesta".
¿Qué hacés vos acá?
Todo el mundo estaba invitado a tu fiesta, linda fiesta. replica el monstruo-mosca.
El monstruo-mosca era esa mujer, vestida de mosca pero acorsetada y fina.
Noné se acerca para corroborar que no enloqueció... sí, parece ser ella. Noné desconcertada la ignora y trata de abrirse paso enter Marilyn Manson y el-flaco-ese-raro. Sube la escalera y logra acceder a la habitación, tenía las llaves por suerte. EN la habitación, mientras Noné y Lautaro miran el vestidor de Noné para ver qué se puede poner, se introduce el monstruo-mosca y se sienta en la cama.
-Linda fiesta eh.
-Sí, gracias, Trata de ignorarla Noné.
Noné enloquece y se retira de la habitación sin lograr sacarse el estampado de mosca y busca por todos lados.
Noné despierta, sigue en posición fetal. Parece haber estado llorando dormida.
De a dos, tenían que cumplir misiones, tenían que conseguir cuatro rectángulos de plástico con un número en cada uno de ellos para acceder a una fiesta, la fiesta del Gato Noné.
Sólo puede recordar la tercer misión, en la que había que entrar a una especie de centro comercial. El Gato Noné con su partener ingresan al baño y ven que una mina que se está lavando las manos encuentra entre el jabón desperdigado, un rectángulo azul y le comenta a su amiga "mirá lo que hay acá"
El Gato Noné, antes de que su partener pudiera siquiera registrarlo, se le acerca a pocos centímetros y le dice en voz baja "tomá mi campera, dame ese número". La mina mira con cara de horror y toma la campera de jean finita que a la misma Noné no le gustaba, al tiempo que el Gato Noné toma el rectángulo y grita "¡corré!"
El Gato Noné y su partener corren hasta llegar a la puerta donde se encuentran con una manada de policías de inteligencia esperándolas (iba a ser una misión terriblemente difícil y ellas lo sabían).
El Gato Noné halla un hueco entre los policías y le indica a su partener que salgan corriendo por allí... corren, corren, por las calles, atropellando gente con bolsas y en la calle misma, en la esquina, había un bar con mesas de madera que dan a la calle, chiquitas y amontonadas. Se meten por el entramado de sillas y se sientan en la que da contra el vidrio de la esquina del bar, justo allí donde las esperaban Lautaro y su partener, quienes se alegran por su llegada. Los policías desnudos y peludos, pierden el control de la situación y se retiran de la escena como si no supieran qué hacen allí.
Lo próximo que recuerda es en la fiesta. Estaba repleta de gente, y era una fiesta en un hotel, La habitación de Noné era la 218 (el rectángulo azul que obtuvo en la tercer misión).
Era la fiesta de Noné y todos estaban invitados a ella.
Entonces Noné notó su atuendo: un vestido bobo muy corto blanco de seda, con una gran mosca estampada desde el pecho hasta el final del corto vestido y varias moscas más, los breteles del vestido se ajustaban con nudos y llevaba un saquito negro tipo capa.
Noné solicita a Lautaro que la acompañe a cambiarse y éste accede. En el camino hay muchísima gente y no se puede pasar con facilidad. En el vestíbulo antes de acceder a la escalera ascendente que lleva a la habitación de Noné, hay un gran espejo y Noné se detiene un momento a mirarse: en eso, alguien de atrás la saluda y Noné lo percibe desde el ángulo de vista que le permite el espejo.
"Linda fiesta".
¿Qué hacés vos acá?
Todo el mundo estaba invitado a tu fiesta, linda fiesta. replica el monstruo-mosca.
El monstruo-mosca era esa mujer, vestida de mosca pero acorsetada y fina.
Noné se acerca para corroborar que no enloqueció... sí, parece ser ella. Noné desconcertada la ignora y trata de abrirse paso enter Marilyn Manson y el-flaco-ese-raro. Sube la escalera y logra acceder a la habitación, tenía las llaves por suerte. EN la habitación, mientras Noné y Lautaro miran el vestidor de Noné para ver qué se puede poner, se introduce el monstruo-mosca y se sienta en la cama.
-Linda fiesta eh.
-Sí, gracias, Trata de ignorarla Noné.
Noné enloquece y se retira de la habitación sin lograr sacarse el estampado de mosca y busca por todos lados.
Noné despierta, sigue en posición fetal. Parece haber estado llorando dormida.
jueves, junio 25, 2009
Escuchá bien la canción del pie (la encontré :D )
Yo soy el pie que te canto, te cuento y te digo lo que siento. Escucha bien, la canción del pie. Me paso el día encerrado en la media, apretado en el zapato. Voy siempre así, pobre de mí. Allá en la escuela, me pisan con fuerza jugando a la rayuela; si no me aplastan, me pisan, me explotan jugando a la pelota. Para más dato, mi dueña es loquita y camina todo el rato. Peor estoy yo, pobrecito, mi dueño es uno medio gordito. Tengo una hermana que es muy importante y que se llama la mano; siempre va al aire, saluda, toca todo y se hace la importante. Pero yo creo, que el más importante en realidad, soy yo pues, con las manos les digo hasta luego pero con los pies me voy.
lunes, junio 22, 2009
El lugar Oculto
Estoy ahí cuando llegaste. No me sorprendió tu desnudez ni tu apuro, sé quién sos y quienes te acompañan. Me saludás pero yo no te devuelvo el saludo.
Hola, Inés. Me cebás unos mates?
No te respondo, no necesitás escuchar mi voz. Te cebo un mate: preparado como vos querés, con la yerba uruguaya y las letras grandes grandes.
Se te extraña por acá... (Respira agitada)
Tuve un buen momento volando por ahí, en Callao y tu casa. Dejá de llorar, vení y volá a bailar.
Viste cómo me trataron?
Te trataron... Te trataron. Ya está, lo sucedido sucedió y por una buena razón, sin excusas. Vení conmigo.
Inés corre un sillón. Revela una escalera oculta, en caracol. Espiral descendiente que lleva a un lugar donde El Gato Noné nunca supo que estuvo.
No voy a recordar que estuve ahí?
No tenés que recordarlo, tenés que aparecer... como las flores celestes de primavera, el regalo de vida que viene cuando no lo esperás... brotando de abajo de tus zapatitos de charol limpiados por clara de huevo.
Me estás pidiendo que cree un lugar nuevo o que vaya a uno que no haya recorrido?
Inventalo para notar que siempre estuvo ahí.
(falta título intermedio)
El lugar está un poquito desordenado. Es el lugar que está rodeado de los que no saben escuchar. Hay una mesa ratona y muchos libros desparramados sobre ella. Uno de Nietzsche, un librito para colorear, con dibujos bobos, uno de mandalas, uno cuya tapa no tiene ninguna inscripción, uno sobre física cuántica para principiantes, un volumen de El Capital, y un cuaderno de partituras de Piazzolla.
Hay un cuaderno de anotaciones abierto, con una frase de madre, una frase de Bowie, los nombres de unos cuadros vistos en internet y una gran mancha verde de plastilina desparramada.
Por la ventana se sabe que es de noche.
Llegaste! Cómo estás cariño? - Iván pregunta con una sonrisa de oreja a oreja, y con ojos rojos de la nicotina y la noche y el llanto.
Priscila te quiere mucho... vos sos Iván, ése Iván. Me pregunto qué habrá hecho que nos encontremos.
Estoy acá para recibirte, no para tirarte el humo en la cara. Así que, hay una túnica del color que quieras esperándote, para que seas la diosa que desees ser. O podés ser simplemente El Gato Noné, y vestir tu desnudez.
El Gato Noné se mira y dice: Si alguien estuviera disfrutando mi cuerpo, por ningún motivo me vestiría.
El color, Noné, el color. Es crucial elegir el color de la diosa que elegís ser.
El rojo es el color. Rojo carmesí.
(La habitación entera se reviste en rojo, detalles en negro y madera)
Tengo un largo recuerdo, que viene lento como un pianissimo de violín: unos cabellos rojos de una dama que se llamaba Alicia. Pero no recuerdo quién es. Diosa Alicia Noné, cuál es el poder que tiene usted?
Debería decir que el placer, pero no puedo nombrar algo que no puedo profesar ahora. Debería decir que llevo la sabiduría más allá del Olimpo. Pero hoy me cuesta hasta decir palabras. Quizás pueda decir que aprendí a dialogar con los gusanos, y ganarles con la pluma.
Felicitaciones, entonces. Pero tener una habilidad, no es tener un poder. Qué poder elige, entonces, aunque todavía no lo considere suyo?
Creo que lo que mejor se resume es el poder de la seducción.
Genial. El poder de la seducción abre muchísimas puertas. Pero lo que mejor hace es abrir caminos para otros, hacia uno mismo: quien seduce, logra mostrar la ruta hacia uno mismo pero la pregunta es ¿Qué ruta sigue el seductor? ¿Hacia dónde va si todos los caminos apuntan a él mismo?
Pediste que lo nombrara, aún sin conocer su identidad completa. Eso hice. Sólo me permito hablar por mi misma, y yo voy--
No es nombrarle por mi boca todavía, ni oíble por tus oídos.
Una reverencia concesiva de Iván sucede a las palabras de Noné.
Debo responder a una pregunta que todavía no me ha hecho, que quizás, dé sentido o dé canción o dé lo mismo. Mi túnica es gris, y mi poder, es el de calmar. Soy el equilibrio. Y el caos.
Finalmente me liberé del equilibrio. Ya tiene otro nombre que el comandante a cargo. Entonces la antesala al Caos realmente traía al caos. Entonces el caos realmente es el equilibrio y no todo lo demás. A eso se refería Él cuando me acusó de haberme peleado con la moral.
¿Quién es? ¿Quién te acusa de pelearte con un espectro?
Son un espectro condensado. Son los hombres que supieron quererme. Son los hombres de quienes tuve que cobrar su sangre a costo de mi libertad.
Oh el ajedrez. Alfil a T5 y jaque a la reina. Dame un tiempo. ¿Podría pedirte tu anotador?
¿Mi anotador? Pero yo nunca salgo sin mi anotador... ¿Y si quiero anotar algo?
Si me lo concede, prometo devolvérselo en su estado, más 1.
¿Y si quiero anotar algo?
Entonces podrá hacerlo, luego de que lo haya leído.
¿Y por qué quiero yo que usted lea mi anotador?
Porque yo soy usted-. Y su anotador es todo lo que no quiere decirse.
¿ Y usted me lo va a decir?
Por supuesto que no. Pero va a haber un más 1.
Iván, yo no lo conozco, sé que tiene buenas intenciones, pero es que lo último que necesito ahora son acertijos.
¿Qué necesita ahora?
Sentir hacia dónde poner los gusanos para poder moverme de acá, poder acomodarme y encontrar la forma de disfrutarlo todo.
Sin embargo usted eligió un poder diametralmente opuesto a lo que desea.
Opuesto y complementario, tal vez.
O tal vez no.
Yo me dije a mi misma lo que quería pero ya no sé nombrarlo, le voy a dejar el anotador, pero sólo porque confío en mi.
Iván agarra el anotador, saca de su bolsillo un libro, de él, un señalador. Abre el anotador y sin mirar su contenido deja el señalador allí. Lanza lo más lejos que puede el hermoso libro de Rayuela, el anotador en el piso y se va caminando sin decir adiós.
Noné, sin consuelo pero algo desconcertada toma una tela roja del piso, se cubre con ella, observa el señalador que dice:
“ Un señalador sirve para poner tu atención en donde no sabías que ya estaba”
Aprieta y arruga el anotador Noné y sale caminando, paso a paso, lentamente, sube la escalera caracol y con toda delicadeza, con sus brazos débiles por la tristeza, pone el sillon nuevamente en su lugar. Con la cabeza gacha vuelve hasta su cama donde se queda dormida en posición fetal-.
Hola, Inés. Me cebás unos mates?
No te respondo, no necesitás escuchar mi voz. Te cebo un mate: preparado como vos querés, con la yerba uruguaya y las letras grandes grandes.
Se te extraña por acá... (Respira agitada)
Tuve un buen momento volando por ahí, en Callao y tu casa. Dejá de llorar, vení y volá a bailar.
Viste cómo me trataron?
Te trataron... Te trataron. Ya está, lo sucedido sucedió y por una buena razón, sin excusas. Vení conmigo.
Inés corre un sillón. Revela una escalera oculta, en caracol. Espiral descendiente que lleva a un lugar donde El Gato Noné nunca supo que estuvo.
No voy a recordar que estuve ahí?
No tenés que recordarlo, tenés que aparecer... como las flores celestes de primavera, el regalo de vida que viene cuando no lo esperás... brotando de abajo de tus zapatitos de charol limpiados por clara de huevo.
Me estás pidiendo que cree un lugar nuevo o que vaya a uno que no haya recorrido?
Inventalo para notar que siempre estuvo ahí.
(falta título intermedio)
El lugar está un poquito desordenado. Es el lugar que está rodeado de los que no saben escuchar. Hay una mesa ratona y muchos libros desparramados sobre ella. Uno de Nietzsche, un librito para colorear, con dibujos bobos, uno de mandalas, uno cuya tapa no tiene ninguna inscripción, uno sobre física cuántica para principiantes, un volumen de El Capital, y un cuaderno de partituras de Piazzolla.
Hay un cuaderno de anotaciones abierto, con una frase de madre, una frase de Bowie, los nombres de unos cuadros vistos en internet y una gran mancha verde de plastilina desparramada.
Por la ventana se sabe que es de noche.
Llegaste! Cómo estás cariño? - Iván pregunta con una sonrisa de oreja a oreja, y con ojos rojos de la nicotina y la noche y el llanto.
Priscila te quiere mucho... vos sos Iván, ése Iván. Me pregunto qué habrá hecho que nos encontremos.
Estoy acá para recibirte, no para tirarte el humo en la cara. Así que, hay una túnica del color que quieras esperándote, para que seas la diosa que desees ser. O podés ser simplemente El Gato Noné, y vestir tu desnudez.
El Gato Noné se mira y dice: Si alguien estuviera disfrutando mi cuerpo, por ningún motivo me vestiría.
El color, Noné, el color. Es crucial elegir el color de la diosa que elegís ser.
El rojo es el color. Rojo carmesí.
(La habitación entera se reviste en rojo, detalles en negro y madera)
Tengo un largo recuerdo, que viene lento como un pianissimo de violín: unos cabellos rojos de una dama que se llamaba Alicia. Pero no recuerdo quién es. Diosa Alicia Noné, cuál es el poder que tiene usted?
Debería decir que el placer, pero no puedo nombrar algo que no puedo profesar ahora. Debería decir que llevo la sabiduría más allá del Olimpo. Pero hoy me cuesta hasta decir palabras. Quizás pueda decir que aprendí a dialogar con los gusanos, y ganarles con la pluma.
Felicitaciones, entonces. Pero tener una habilidad, no es tener un poder. Qué poder elige, entonces, aunque todavía no lo considere suyo?
Creo que lo que mejor se resume es el poder de la seducción.
Genial. El poder de la seducción abre muchísimas puertas. Pero lo que mejor hace es abrir caminos para otros, hacia uno mismo: quien seduce, logra mostrar la ruta hacia uno mismo pero la pregunta es ¿Qué ruta sigue el seductor? ¿Hacia dónde va si todos los caminos apuntan a él mismo?
Pediste que lo nombrara, aún sin conocer su identidad completa. Eso hice. Sólo me permito hablar por mi misma, y yo voy--
No es nombrarle por mi boca todavía, ni oíble por tus oídos.
Una reverencia concesiva de Iván sucede a las palabras de Noné.
Debo responder a una pregunta que todavía no me ha hecho, que quizás, dé sentido o dé canción o dé lo mismo. Mi túnica es gris, y mi poder, es el de calmar. Soy el equilibrio. Y el caos.
Finalmente me liberé del equilibrio. Ya tiene otro nombre que el comandante a cargo. Entonces la antesala al Caos realmente traía al caos. Entonces el caos realmente es el equilibrio y no todo lo demás. A eso se refería Él cuando me acusó de haberme peleado con la moral.
¿Quién es? ¿Quién te acusa de pelearte con un espectro?
Son un espectro condensado. Son los hombres que supieron quererme. Son los hombres de quienes tuve que cobrar su sangre a costo de mi libertad.
Oh el ajedrez. Alfil a T5 y jaque a la reina. Dame un tiempo. ¿Podría pedirte tu anotador?
¿Mi anotador? Pero yo nunca salgo sin mi anotador... ¿Y si quiero anotar algo?
Si me lo concede, prometo devolvérselo en su estado, más 1.
¿Y si quiero anotar algo?
Entonces podrá hacerlo, luego de que lo haya leído.
¿Y por qué quiero yo que usted lea mi anotador?
Porque yo soy usted-. Y su anotador es todo lo que no quiere decirse.
¿ Y usted me lo va a decir?
Por supuesto que no. Pero va a haber un más 1.
Iván, yo no lo conozco, sé que tiene buenas intenciones, pero es que lo último que necesito ahora son acertijos.
¿Qué necesita ahora?
Sentir hacia dónde poner los gusanos para poder moverme de acá, poder acomodarme y encontrar la forma de disfrutarlo todo.
Sin embargo usted eligió un poder diametralmente opuesto a lo que desea.
Opuesto y complementario, tal vez.
O tal vez no.
Yo me dije a mi misma lo que quería pero ya no sé nombrarlo, le voy a dejar el anotador, pero sólo porque confío en mi.
Iván agarra el anotador, saca de su bolsillo un libro, de él, un señalador. Abre el anotador y sin mirar su contenido deja el señalador allí. Lanza lo más lejos que puede el hermoso libro de Rayuela, el anotador en el piso y se va caminando sin decir adiós.
Noné, sin consuelo pero algo desconcertada toma una tela roja del piso, se cubre con ella, observa el señalador que dice:
“ Un señalador sirve para poner tu atención en donde no sabías que ya estaba”
Aprieta y arruga el anotador Noné y sale caminando, paso a paso, lentamente, sube la escalera caracol y con toda delicadeza, con sus brazos débiles por la tristeza, pone el sillon nuevamente en su lugar. Con la cabeza gacha vuelve hasta su cama donde se queda dormida en posición fetal-.
Shhh...silencio y respeto... una ilusión yace aquí
Tac
Tac
Tac
Tac
tac... shhiuck tac
tac
shick tac
silencio-.
El Gato noné vuelve a su solitaria habitación. Nota el decorado.
Seguro las lapiceras las recolectó Dafne. -piensa- . Me pregunto qué será de Lautarlo.... claro, el encenderdor violeta, Lautaro siempre sabre lo que necesito. Tal vez si lo llamo...- no.
Hola bonita! Al menos alguien todavía tiene simpatía conmigo en esta casa -Noné acaricia la cara de la perra, le sacude las orejas y le da dos palmaditas, la perra se acuesta a su lado en fiel compañía, se estira como quien se dispone a siestar-
Noné investiga sus guantes, y se los saca como si fuera la única actividad del día, como si cada segundo que le robase al guante fuera un segundo menos para ella.
Tengo que arrancar, tengo que arrancar, tengo que arrancar piensa Noné mientras pierde la calma. Respira hondo.
Camina en círculos por la habitación lentamete, se mira, se admira, se irrita, alucina, se ilusiona.
Soy una mujer hermosa y aduáz, tengo la inteligencia, tengo el poder, tengo la magia y el caos, yo puedo con esto, no puede ser tan difícil. grita Noné.
Silencio.
(tiempo)
Silencio.
Noné camina lentamente al baño, un pie al prncipio, el otro a continuación, no requiere mucho pasos llegar a él. Baja la tapa del inodoro y se sienta allí. Se mira al espejo que tan sólo le permite verse hasta los hombros: en el medio hay un jabón, una pincita de depilar, un peine, un cepillo de dientes mal enjuagado y una toalla usada.
Noné se mira los pies y se da cuenta que está pisando su vestido favorito que se sacó cuando se baño quién sabe cuándo, no le importa.
Deja la boquilla de lado. Noné sube la mirada y se mira el torso cubierto de ropa elegante y en un rapto veloz se la quita sin cuidar su peinado, sin cuidar su figura, sin importar su nariz.
Se mira al espejo.
Ahora también puede verse las clavículas y jugar con sus hombos.
Pero Noné empieza a llorar.
calmate calmate calmate calmate calmate calmatecalmate calmate.... too late ah?
Mira sus piernas Noné, recubiertas de un pantalón ajustado, se quita las botas de cuero, debajo de las cuales había unas medias con ositos, que se las quita también.
Las palabras son mis amigas las palabras son mis amigas las palabras son mis amigas, las cosas se ofrecen como símbolos. Mira el espejo.
Mi cara cuando lloro.
Ya no me sorprende. Perdón Dafne, ese fue tu descubrimiento.
Sé que sos incapáz de entenderme, pero ya no puedo soñar tus sueños, si supieras en dónde estuvo Priscila, si supieras lo bien que ella hizo las cosas, si supieras el remordimiento que tengo por haber destruido su sueño y no lograr contruir uno nuevo. le dice Noné a su imagen en el espejo.
Si supieras que un gusano lentamente se comió mi "todo lo que tengo para dar" eso que no sé nombrar si quiera, y por tanto, no sé reconstruir.
Me pregunto si podés sentirlo. Yo me escapo cada día de la mirada inquisidora que me devuelve el espejo, de la mirada tierna que me devuelve el espejo por esa mirada que duele.
Me miro Dafne, sigo mirándome, pero no me veo, porque este cuerpo es el tuyo y nosotras no nos entendemos.
Noné levanta su pierna, tironea del pantalón y se lo quita dejándolo en el piso, pisándolo.
Priscila me adviritió todo lo que tuvo que hacer para remotar lo que vos le habías dejado, me contó de la importancia de Lautaro, me dijo que no repitiera la historia.
Pero no tengo que redimirme por esto Daf, mis intenciones fueron tus intenciones.
No. -Se para el Gato Noné. No . No es pasado, yo no voy a suicidarme como todos ustedes. Sé que hay muchos gusanos esperando por mi, pero yo puedo yo puedo yo puedo.
Se sienta de golpe nuevamente golpeando la tapa del inodoro por la brusquedad del movimiento y comienza a llorar desconsoladamente, se tapa la cara.-
No sé si puedo Daf.
Mira como si alguien fuera a compadecerse. EL espejo le devuelve una triste mirada.
Abre la puerta el gato Noné, desesperada, mira hacia la derecha, hacia la izquierda, hacia adelante, no recuerda el camino, nunca recuerda dónde hay que girar pero ella corre porque sabe que siempre llega, pasa por su propia habitación solitaria, sale al pasillo que está decorado con los mismos tonos y formas que el resto de las habitaciones mira por los vidrios de las puertas trata de recordar qué hay en ellas, los números no ayudan. Corre por el pasillo Noné y ve la antesala del caos. Allí se detiene.
Estoy desnuda.
Corre Noné, abre la puerta que dice "sólo para personal autorizado".
Cierra con un portazo asegurándose que ni el aire penetre allí.
Tac
Tac
Tac
tac... shhiuck tac
tac
shick tac
silencio-.
El Gato noné vuelve a su solitaria habitación. Nota el decorado.
Seguro las lapiceras las recolectó Dafne. -piensa- . Me pregunto qué será de Lautarlo.... claro, el encenderdor violeta, Lautaro siempre sabre lo que necesito. Tal vez si lo llamo...- no.
Hola bonita! Al menos alguien todavía tiene simpatía conmigo en esta casa -Noné acaricia la cara de la perra, le sacude las orejas y le da dos palmaditas, la perra se acuesta a su lado en fiel compañía, se estira como quien se dispone a siestar-
Noné investiga sus guantes, y se los saca como si fuera la única actividad del día, como si cada segundo que le robase al guante fuera un segundo menos para ella.
Tengo que arrancar, tengo que arrancar, tengo que arrancar piensa Noné mientras pierde la calma. Respira hondo.
Camina en círculos por la habitación lentamete, se mira, se admira, se irrita, alucina, se ilusiona.
Soy una mujer hermosa y aduáz, tengo la inteligencia, tengo el poder, tengo la magia y el caos, yo puedo con esto, no puede ser tan difícil. grita Noné.
Silencio.
(tiempo)
Silencio.
Noné camina lentamente al baño, un pie al prncipio, el otro a continuación, no requiere mucho pasos llegar a él. Baja la tapa del inodoro y se sienta allí. Se mira al espejo que tan sólo le permite verse hasta los hombros: en el medio hay un jabón, una pincita de depilar, un peine, un cepillo de dientes mal enjuagado y una toalla usada.
Noné se mira los pies y se da cuenta que está pisando su vestido favorito que se sacó cuando se baño quién sabe cuándo, no le importa.
Deja la boquilla de lado. Noné sube la mirada y se mira el torso cubierto de ropa elegante y en un rapto veloz se la quita sin cuidar su peinado, sin cuidar su figura, sin importar su nariz.
Se mira al espejo.
Ahora también puede verse las clavículas y jugar con sus hombos.
Pero Noné empieza a llorar.
calmate calmate calmate calmate calmate calmatecalmate calmate.... too late ah?
Mira sus piernas Noné, recubiertas de un pantalón ajustado, se quita las botas de cuero, debajo de las cuales había unas medias con ositos, que se las quita también.
Las palabras son mis amigas las palabras son mis amigas las palabras son mis amigas, las cosas se ofrecen como símbolos. Mira el espejo.
Mi cara cuando lloro.
Ya no me sorprende. Perdón Dafne, ese fue tu descubrimiento.
Sé que sos incapáz de entenderme, pero ya no puedo soñar tus sueños, si supieras en dónde estuvo Priscila, si supieras lo bien que ella hizo las cosas, si supieras el remordimiento que tengo por haber destruido su sueño y no lograr contruir uno nuevo. le dice Noné a su imagen en el espejo.
Si supieras que un gusano lentamente se comió mi "todo lo que tengo para dar" eso que no sé nombrar si quiera, y por tanto, no sé reconstruir.
Me pregunto si podés sentirlo. Yo me escapo cada día de la mirada inquisidora que me devuelve el espejo, de la mirada tierna que me devuelve el espejo por esa mirada que duele.
Me miro Dafne, sigo mirándome, pero no me veo, porque este cuerpo es el tuyo y nosotras no nos entendemos.
Noné levanta su pierna, tironea del pantalón y se lo quita dejándolo en el piso, pisándolo.
Priscila me adviritió todo lo que tuvo que hacer para remotar lo que vos le habías dejado, me contó de la importancia de Lautaro, me dijo que no repitiera la historia.
Pero no tengo que redimirme por esto Daf, mis intenciones fueron tus intenciones.
No. -Se para el Gato Noné. No . No es pasado, yo no voy a suicidarme como todos ustedes. Sé que hay muchos gusanos esperando por mi, pero yo puedo yo puedo yo puedo.
Se sienta de golpe nuevamente golpeando la tapa del inodoro por la brusquedad del movimiento y comienza a llorar desconsoladamente, se tapa la cara.-
No sé si puedo Daf.
Mira como si alguien fuera a compadecerse. EL espejo le devuelve una triste mirada.
Abre la puerta el gato Noné, desesperada, mira hacia la derecha, hacia la izquierda, hacia adelante, no recuerda el camino, nunca recuerda dónde hay que girar pero ella corre porque sabe que siempre llega, pasa por su propia habitación solitaria, sale al pasillo que está decorado con los mismos tonos y formas que el resto de las habitaciones mira por los vidrios de las puertas trata de recordar qué hay en ellas, los números no ayudan. Corre por el pasillo Noné y ve la antesala del caos. Allí se detiene.
Estoy desnuda.
Corre Noné, abre la puerta que dice "sólo para personal autorizado".
Cierra con un portazo asegurándose que ni el aire penetre allí.
viernes, junio 19, 2009
En el castillo de la Condesa, sin el Conde.
El salón es de madera y terciopelo bordeaux.
Cuenta con dos sillones de los mismos materiales pero en color azul, en el centro de la habitación ubicados en L. Un sillón es de dos plazas y el otro de tres y ambos están apoyados sobre la alfombra gris que está contorneada en uno de sus lados, casi llegando a la puntita, un velador de luz cálida y pantalla ancha.
También hay tres luces en un spot de tres pétalos blancos-vidrio en el centro de la habitanción, pendiendo del techo no muy alto color madera oscura.
Las maderas del piso rechinan un poco, parece ser que hace frío en donde están, o simplemente alguna pérdida de agua o un accidente hicieron que la madera se hinchara.
Evidentemente hay fumadores en la habitación, el aire está pesado y huele a ceniza, si supiera jugar al póker pensaría que alguien está jugando.
Entra a la habitación El Gato Noné con sus botas de cuero que resuenan en la madera hinchada y húmeda, con su boquilla para cigarrillos que es llevada con radiantez y su ya clásico anotador negro con lapicera de pluma en la otra mano.
Su postura es perfecta. Su caminar audáz, su mirada hechicera, su soberbia, de condesa, su sabiduría, de oráculo.
-Buenas noches, caballeros y señoritas. - mueve su pitillo hacia atŕas y baila una reverencia-
Dafrne: Buenas noches Condesa.
La Condesa anota:
Dafne está vestida con una remera suelta y un joggin, trae medias y pantuflas azules y por su postura aniñada y su cara hinchada, imagino que estuvo llorando de nuevo
Priscila: Tómese un whisky -vuelve a su posición anterior-
Priscila está claramente borracha: a duras penas puede fijar la vista. Hoy tiene un vestido con estampado de caos blanco violeta y negro, trae su pelo recogido en un rodete tensado y se la percibe desatenta
Lautaro parece estar muy entretenido hablando con Teresa, como si estuviera tratando de mostrarle una gran verdad.
Lautaro se ve hermoso. Arrogante como siempre, su voz acelerada pero entendible, mueve las manos con más gracia que nunca. Sabe que desde acá no puede lastimar.
Teresa parece interesada en lo que dice Lautaro
-le suena el celular-
Gorda no llego a casa, me colgué, ¿podés darle vos de comer a los chicos?
- Te dije que no me llames cuando estoy en las reuniones del sofá.
-corta el teléfono-
-Disculpe Condesa, baja la cabeza Teresa.
(no quedan lugares en los sillones y sin esperar ninguna clase de recompensa por ello, ni siquiera una mirada aprobadora, Lautaro sale por la puerta y vuelve con una silla para Noné.)
El Gato Noné detiene sus anotaciones.
-¿Cómo va muchachos?
gestos corteses como de alumnado recibe a cambio El Gato.
-Bueno habrán visto que la situación esta vuelta está un poco más...extraña... que otros años. Intené mantener el timón pero cuando me lo pasó Priscila lo llevaba derecho pero sin rumbo.
Ya vieron el intento que hice por encausar las cosas pero bueno, no siempre se puede. La circunstancia actual me permite decir que no tenemos rumbo fijo, que la marea está fuerte pero nuestra nave flota estable por ahora. Pronto vienen las olas del noroeste y vengo a hablar con ustedes por pura necesidad.
Él- ¿Por qué te ayudaríamos?
Dafne: Yo quería agradecerte por ser Irene Adler desde el punto de vista literario, es bueno saber que en las vidas futuras alguien se acuerda de los deseos de anteriores, un poco de respeto por los caídos.
Lautaro y Teresa cuchichean por lo bajo mientras El Gato Noné hablaba, por lo que están mudos pensando qué neutralidad decir para quedar bien.
El Gato Noné se impacienta y eleva la voz
- ¿Nadie va a decir nada? -los mira a cada uno por separado atomizándolos-
Lautaro: Bienvenida al caos.
Pandora: Nadie dijo que iba a ser fácil mi estimada, ya todos nosotros nos bancamos los gusanos, hacé lo que te parezca y dejanos en paz.
- Sé que está en ustedes la experiencia que necesito escuchar. -responde demandante EL Gato Noné-
Él -La experiencia esta vez no te sirve nada, ¿No lo ves? Te pelaste con la moral, Pandora ya no te puede ver, para Dafne sos un ser incomprensible... Ahora vos nos planteaste tu remistificación que nadie entiende, bancátela y hacé algo, al igual que todos nosotros hicimos alguna vez, te invito a comenzar tu proceso de suicidio.
-El Gato Noné sale con su pitillo aún encendido silenciosa por la puerta princpial. Deja su perfume al recorrer la habitación.
Cuenta con dos sillones de los mismos materiales pero en color azul, en el centro de la habitación ubicados en L. Un sillón es de dos plazas y el otro de tres y ambos están apoyados sobre la alfombra gris que está contorneada en uno de sus lados, casi llegando a la puntita, un velador de luz cálida y pantalla ancha.
También hay tres luces en un spot de tres pétalos blancos-vidrio en el centro de la habitanción, pendiendo del techo no muy alto color madera oscura.
Las maderas del piso rechinan un poco, parece ser que hace frío en donde están, o simplemente alguna pérdida de agua o un accidente hicieron que la madera se hinchara.
Evidentemente hay fumadores en la habitación, el aire está pesado y huele a ceniza, si supiera jugar al póker pensaría que alguien está jugando.
Entra a la habitación El Gato Noné con sus botas de cuero que resuenan en la madera hinchada y húmeda, con su boquilla para cigarrillos que es llevada con radiantez y su ya clásico anotador negro con lapicera de pluma en la otra mano.
Su postura es perfecta. Su caminar audáz, su mirada hechicera, su soberbia, de condesa, su sabiduría, de oráculo.
-Buenas noches, caballeros y señoritas. - mueve su pitillo hacia atŕas y baila una reverencia-
Dafrne: Buenas noches Condesa.
La Condesa anota:
Dafne está vestida con una remera suelta y un joggin, trae medias y pantuflas azules y por su postura aniñada y su cara hinchada, imagino que estuvo llorando de nuevo
Priscila: Tómese un whisky -vuelve a su posición anterior-
Priscila está claramente borracha: a duras penas puede fijar la vista. Hoy tiene un vestido con estampado de caos blanco violeta y negro, trae su pelo recogido en un rodete tensado y se la percibe desatenta
Lautaro parece estar muy entretenido hablando con Teresa, como si estuviera tratando de mostrarle una gran verdad.
Lautaro se ve hermoso. Arrogante como siempre, su voz acelerada pero entendible, mueve las manos con más gracia que nunca. Sabe que desde acá no puede lastimar.
Teresa parece interesada en lo que dice Lautaro
-le suena el celular-
Gorda no llego a casa, me colgué, ¿podés darle vos de comer a los chicos?
- Te dije que no me llames cuando estoy en las reuniones del sofá.
-corta el teléfono-
-Disculpe Condesa, baja la cabeza Teresa.
(no quedan lugares en los sillones y sin esperar ninguna clase de recompensa por ello, ni siquiera una mirada aprobadora, Lautaro sale por la puerta y vuelve con una silla para Noné.)
El Gato Noné detiene sus anotaciones.
-¿Cómo va muchachos?
gestos corteses como de alumnado recibe a cambio El Gato.
-Bueno habrán visto que la situación esta vuelta está un poco más...extraña... que otros años. Intené mantener el timón pero cuando me lo pasó Priscila lo llevaba derecho pero sin rumbo.
Ya vieron el intento que hice por encausar las cosas pero bueno, no siempre se puede. La circunstancia actual me permite decir que no tenemos rumbo fijo, que la marea está fuerte pero nuestra nave flota estable por ahora. Pronto vienen las olas del noroeste y vengo a hablar con ustedes por pura necesidad.
Él- ¿Por qué te ayudaríamos?
Dafne: Yo quería agradecerte por ser Irene Adler desde el punto de vista literario, es bueno saber que en las vidas futuras alguien se acuerda de los deseos de anteriores, un poco de respeto por los caídos.
Lautaro y Teresa cuchichean por lo bajo mientras El Gato Noné hablaba, por lo que están mudos pensando qué neutralidad decir para quedar bien.
El Gato Noné se impacienta y eleva la voz
- ¿Nadie va a decir nada? -los mira a cada uno por separado atomizándolos-
Lautaro: Bienvenida al caos.
Pandora: Nadie dijo que iba a ser fácil mi estimada, ya todos nosotros nos bancamos los gusanos, hacé lo que te parezca y dejanos en paz.
- Sé que está en ustedes la experiencia que necesito escuchar. -responde demandante EL Gato Noné-
Él -La experiencia esta vez no te sirve nada, ¿No lo ves? Te pelaste con la moral, Pandora ya no te puede ver, para Dafne sos un ser incomprensible... Ahora vos nos planteaste tu remistificación que nadie entiende, bancátela y hacé algo, al igual que todos nosotros hicimos alguna vez, te invito a comenzar tu proceso de suicidio.
-El Gato Noné sale con su pitillo aún encendido silenciosa por la puerta princpial. Deja su perfume al recorrer la habitación.
jueves, junio 18, 2009
Worried about myself
Hello.
Is there anybody in there?
Just nod if you can hear me.
Is there anyone home?
Come on, now.
I hear you're feeling down.
Well I can ease your pain,
Get you on your feet again.
Relax.
I need some information first.
Just the basic facts:
Can you show me where it hurts?
There is no pain, you are receding.
A distant ships smoke on the horizon.
You are only coming through in waves.
Your lips move but I can't hear what you're sayin.
When I was a child I had a fever.
My hands felt just like two balloons.
Now I got that feeling once again.
I can't explain, you would not understand.
This is not how I am.
I have become comfortably numb.
Ok.
Just a little pinprick. [ping]
There'll be no more --aaaaaahhhhh!
But you may feel a little sick.
Can you stand up?
I do believe its working. good.
That'll keep you going for the show.
Come on it's time to go.
There is no pain, you are receding.
A distant ships smoke on the horizon.
You are only coming through in waves.
Your lips move but I can't hear what you're sayin.
When I was a child I caught a fleeting glimpse,
Out of the corner of my eye.
I turned to look but it was gone.
I cannot put my finger on it now.
The child is grown, the dream is gone.
I have become comfortably numb.
Pink Floyd Comfortably numb.
Is there anybody in there?
Just nod if you can hear me.
Is there anyone home?
Come on, now.
I hear you're feeling down.
Well I can ease your pain,
Get you on your feet again.
Relax.
I need some information first.
Just the basic facts:
Can you show me where it hurts?
There is no pain, you are receding.
A distant ships smoke on the horizon.
You are only coming through in waves.
Your lips move but I can't hear what you're sayin.
When I was a child I had a fever.
My hands felt just like two balloons.
Now I got that feeling once again.
I can't explain, you would not understand.
This is not how I am.
I have become comfortably numb.
Ok.
Just a little pinprick. [ping]
There'll be no more --aaaaaahhhhh!
But you may feel a little sick.
Can you stand up?
I do believe its working. good.
That'll keep you going for the show.
Come on it's time to go.
There is no pain, you are receding.
A distant ships smoke on the horizon.
You are only coming through in waves.
Your lips move but I can't hear what you're sayin.
When I was a child I caught a fleeting glimpse,
Out of the corner of my eye.
I turned to look but it was gone.
I cannot put my finger on it now.
The child is grown, the dream is gone.
I have become comfortably numb.
Pink Floyd Comfortably numb.
miércoles, junio 17, 2009
En el castillo del Conde, sin el Conde.
Entre que me despierto
Y me acuerdo por qué me fui a dormir por tercera vez en el día
Tengo un momento de paz.
Y me acuerdo por qué me fui a dormir por tercera vez en el día
Tengo un momento de paz.
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