Cubiertos los rostros y en marcha la música salvo mis pies, mis
piel de vino y llavero bicolor. Los ojos miran como aprendieron a mirar, pero
es la lengua, es la precisión, es la preparación y su entrenamiento. Es elegir
al discípulo y enseñarle demasiado bien. Es la fluidez del disfraz. Campanas: me
refiero a que algo me mantiene despierta y alerta. Gruño-ronroneo
suavecito y me mantengo en la ambigüedad ruidosa, sobrecargada,
sobresaturada. Demasiado ruido para una mayoría. Alergia para algunos. Curiosidad
para aquel que se eligió. A vos. Te lo muestro a vos. Te lo muestro todo,
caries por caries y hasta el polvo en el mate. Chapa, no res: de me(a)tal, de
afuera, de frío, de duro, de brillante; carne viva sin (en griego) destino. Es
mi cara, es tal cual lo ves, es la tristeza por la corrupción del maestro, es el
canto desafinado del pájaro que enseña a cantar. El gris que no me deja ver el
atardecer. El naranja, hoy, significa adiós.