Despertate. Hablame con tu vos.
Callate.
Necesito que te calles esta vez: no es tiempo de negociar.
Pero es que los ojos ven desde una de nosotras a la vez y cuando los tenés, no los usás.
Sabés que si vos te vieras, yo podría verte. Y a vos misma te avergüenza lo que sos.
Me engañaste con ese disfraz de juguete que te regalaron mis interpretaciones que sólo querían tratarte de forma que te agradase.
Pero vengo a hablarte de reflejo, de diferencias entre densidades, de sus complementariedades indescifrables.
Me aúno más cerca de mí, necesito toda mi fuerza,
me concentro es despojarte y destrozarte
Me llamo a armas y congrego a mis mejores vestidos
Empeño mi elegancia tomando de rehén a tu músculo.
Dame tu vida. Soy la decisión que no te atreviste a tomar.
Te conjuro tu debilidad, la nombro y la expongo, la quemo con los ojos
Te abrazo en la mejilla enrojecida
Alivio. Mis uñas te deshojan y mis dientes se impacientean
Pero todavía tengo un abrazo más para vos, quisiera hacerte mía
Atarte en mi espalda y usarte a mis fines
Voy a quebrar tu voluntad.